Lo acaecido en Noruega nos interpela a continuar y profundizar nuestro trabajo y compromiso con la educación en derechos humanos. Lo ocurrido es en gran parte el resultado de la instalación de una doctrina del ODIO que tiene una larga historia, que esta presente un muchos continentes y países y que se alimenta de la intolerancia ,las discriminaciones , los prejuicios y los estereotipos, la incapacidad de reconocer y convivir con la diversidad en todas sus manifestaciones y el no aceptar y de hacerse responsable del Otro /Otra como un legitimo Otro/Otra, distinto pero igual.
El ODIO tiene diversos origines y ha sido estudiado e interpretado por una serie de disciplinas :filosofía, psicología ,psicoanálisis, antropología, sociología, jurisprudencia etc. Se lo ha vinculado a movimientos e ideologías racistas, xenofobicas, homofóbicas, clasistas, antisemitas y heterofobicas, es decir odio, fobia o rechazo a lo diferente, a lo distinto, a lo que no se ajusta a una particular concepción preestablecida o dominante . En esta última categoría se ubica el ODIO hacia ciertos grupos religiosos, inmigrantes, culturas originarias, indigentes, tribus urbanas, discapacitados, etc.
El ODIO tiene una multiplicidad de formas de propagarse y difundirse a través ,por ejemplo de la familia, los medios masivos de comunicación, la música, el humor, el arte, artículos, la literatura y ahora último instalado profusamente a través de Internet. El ODIO se organiza y crea espacios sociales e ideológicos , estableciendo grupos de identidad que no sólo propagan el ODIO y reclutan miembros, sino que actúan de manera violenta y criminal, como en el caso de Noruega que estamos comentando . La historia conoce de crímenes de odio masivo como el Holocausto , en la ex Yugoslavia ,los genocidios en Ruanda, Somalia, el genocidio armenio para citar algunos casos .De igual forma hay muchos crímenes de odio que no adquieren las proporciones de los crímenes masivos pero que son igualmente horribles y pavorosos como el caso de Noruega.
La Educación en Derechos Humanos tiene una responsabilidad ineludible de educar hacia el “anti-odio” o al amor, ( Elie Wisel consideran al odio como lo opuesto al amor), toda vez que el ODIO , por un lado, es una expresión severa y manifiesta de la violación a los derechos humanos y, por el otro, por que la tolerancia, la no-discriminación, la erradicación de los prejuicios ,los estereotipos y la no violencia son componentes integrales de la educación en derechos humanos y son competencias enseñables y aprendibles.
En efecto. el sentido último de la educación en derechos humanos en su dimensión ético- política es crear conciencia en los alumnos y alumnas - y que actúen en consecuencia- que el ODIO en cualquiera de sus formas y expresiones, es amoral y violador de derechos. Es amoral ,por que se vale de la violencia, el miedo, el terror , escondiendo ,a veces solapadamente y otras abiertamente, sus ansias de poder ,de intimidación , de exclusión y también de exterminio de todos los que son objeto, sujetos del ODIO . Es amoral también por que convoca, en muchas ocasiones, a formar parte de los Grupos de ODIO, a niños y jóvenes que están en el proceso de establecer sus identidades y que no siempre tienen las herramientas para discernir las intenciones últimas y veraces que conllevan los grupos de ODIO. El ODIO es violador de derechos no solo por su intolerancia y discriminación sino porque normativamente contraviene los más básicos instrumentos de derechos humanos que la comunidad internacional ha formulado para conservar la paz, la convivencia y la humanidad entre las personas.
La educación en derechos ,sin duda que entrega los conocimientos normativos ,las actitudes y valores para que los y las estudiantes se capaciten, desde edades tempranas, para lidiar, censurar y no aceptar las manifestaciones de ODIO declaradas y encubiertas, estar vigilantes e inclusive denunciar cualquier grupo que declare como baluarte y ideología el ODIO, Pero además, la educación en derechos humanos debiera en el proceso educativo tratar, sin tapujos y evasivas ,es decir, de manera frontal y directa , el tema del ODIO como atentadora y violadora de los derechos humanos. En otras palabras, la educación en derechos humanos ,como parte integral de su cometido y su quehacer educativo, tiene que elaborar una pedagogía “anti-odio” que consulte el análisis y los debates de artículos, fotos, películas , boletines, panfletos, material de reclutamiento o folletos de organizaciones que suscitan el ODIO , el estudio de casos y situaciones -que desafortunadamente las hay muchas- que promueven una ideología basada en el ODIO, con el propósito de comprender sus orígenes, motivaciones y ,por sobre todo, estudiar sus nefastas consecuencias como las que hemos visto con horror en el caso noruego .