lunes, 5 de septiembre de 2011

COMPETENCIAS CIUDADANAS


En el día de ayer ,Domingo 4 de Septiembre en Reportajes del Diario El Mercurio se publica  el historial académico   de los dirigentes de la Confech. Es interesante el dato que se incluye  “de los 9 lideres del movimiento sólo cuatro obtuvieron puntajes sobre 700 puntos en la PSU  y en sus registros abundan los 600 y 500 . También hay algunos con 400”. Podríamos concluir y decir que la PSU no mide competencias ciudadanas: como las capacidad de: levantar un discurso articulado: debatir; organizarse; trabajar en equipo;  establecer un dialogo, cuestionar la violencia y a los violentistas ; exigir  con responsabilidad el derecho a una educación de calidad; superar obstáculos y diversas dificultades para incorporarse a la Universidad  etc. . Me pregunto, entonces,  ¿por qué la PSU y otras pruebas como el Simce no miden estas capacidades?.Estoy cierto que sí lo hicieran, el  ranking de los colegios sería diferente y la opción  y oportunidades de muchos estudiantes sería distinta. Además, ahora que estamos hablando de la calidad  de  la educación , se estaría entregando  un mensaje inequívoco que la formación de las capacidades ciudadanas,  así como  la adquisición de contenidos y conocimientos, son parte constitutiva  e integral de la  calidad. En otras palabras, pensar que la educación se limite a la transmisión   y medición de  conocimientos intelectuales, sin considerar ,como igualmente  relevante,  el conocimiento ciudadano es no comprender el sentido último de esta.

Es cierto que los estudiantes dirigentes de la Confech no sacaron altos puntajes en la  PSU ,pero es igualmente cierto que  hay “puntajes ciudadanos” que son tan o más valiosos  que los de la PSU.

 Abraham Magendzo K.
Investigador educacional 

miércoles, 24 de agosto de 2011

Visiting Mmuseum: “Murdered Jews of Europe” in Berlin.


The last week I had the opportunity to visit the monument and the museum:  “Murdered Jews of Europe” in Berlin. I was very much impressed and moved for many reasons: a) I am a Jew living in Chile; b) The museum’s location in Berlin, the heart of the Nazi movement, is very significant; c) it is a testimony for the new generations.  In addition, I am professor teaching human rights education for many years in Chile and Latin America and I have produced same didactical materials (in Spanish) for teachers on the Holocaust.
 
The museum, gives very enlightening and clear information of the atrocities committed during the Nazi’s time. What I found missing was some kind of chronicle and testimony of Nazi perpetrators, collaborators or sympathizers.[1]   This can teach the visitors, particularly the German visitors, about the nature of people who have been brainwashed about Nazi ideology, confronting their past critically and, answering the questions:
  • Why the majority, if not all, followed and supported Hitler and his racist and immoral ideology? ;
  • Why for so many years Germany was in silence?  
  • Can it happen again?

Stephan Marks, a social scientist at the University of Freiburg in Germany, has said: “as to the testimonies of the perpetrators, it’s not so much what they say but how they say”.

In synthesis, in my opinion, it is important that the museum provide to the visitor not only the testimonies of the victims but also of the perpetrators, but not in order to justify the unjustified, rather to release the silence and motivate open and widespread critical thought.


-  Dan Baron Legacy of Silence: Encounters with Children of the Third Reich

miércoles, 3 de agosto de 2011

Educación en Derechos Humanos comprometida con erradicar las ideologías del ODIO

Lo acaecido en Noruega nos interpela a continuar y profundizar nuestro trabajo y compromiso con la educación en derechos humanos. Lo ocurrido es en gran parte el resultado de la instalación de una doctrina del ODIO que tiene una larga historia, que esta presente un muchos continentes y países y que se alimenta de la intolerancia ,las discriminaciones , los prejuicios y los estereotipos, la incapacidad de reconocer y convivir con la diversidad en todas sus manifestaciones y el no aceptar y de hacerse responsable del Otro /Otra como un legitimo Otro/Otra, distinto pero igual.

El ODIO tiene diversos origines y ha sido estudiado e interpretado por una serie de disciplinas :filosofía, psicología ,psicoanálisis, antropología, sociología, jurisprudencia etc. Se lo ha vinculado a movimientos e ideologías racistas, xenofobicas, homofóbicas, clasistas, antisemitas y heterofobicas, es decir odio, fobia o rechazo a lo diferente, a lo distinto, a lo que no se ajusta a una particular concepción preestablecida o dominante . En esta última categoría se ubica el ODIO hacia ciertos grupos religiosos, inmigrantes, culturas originarias, indigentes, tribus urbanas, discapacitados, etc.

El ODIO tiene una multiplicidad de formas de propagarse y difundirse a través ,por ejemplo de la familia, los medios masivos de comunicación, la música, el humor, el arte, artículos, la literatura y ahora último instalado profusamente a través de Internet. El ODIO se organiza y crea espacios sociales e ideológicos , estableciendo grupos de identidad que no sólo propagan el ODIO y reclutan miembros, sino que actúan de manera violenta y criminal, como en el caso de Noruega que estamos comentando . La historia conoce de crímenes de odio masivo como el Holocausto , en la ex Yugoslavia ,los genocidios en Ruanda, Somalia, el genocidio armenio para citar algunos casos .De igual forma hay muchos crímenes de odio que no adquieren las proporciones de los crímenes masivos pero que son igualmente horribles y pavorosos como el caso de Noruega.

La Educación en Derechos Humanos tiene una responsabilidad ineludible de educar hacia el “anti-odio” o al amor, ( Elie Wisel consideran al odio como lo opuesto al amor), toda vez que el ODIO , por un lado, es una expresión severa y manifiesta de la violación a los derechos humanos y, por el otro, por que la tolerancia, la no-discriminación, la erradicación de los prejuicios ,los estereotipos y la no violencia son componentes integrales de la educación en derechos humanos y son competencias enseñables y aprendibles.

En efecto. el sentido último de la educación en derechos humanos en su dimensión ético- política es crear conciencia en los alumnos y alumnas - y que actúen en consecuencia- que el ODIO en cualquiera de sus formas y expresiones, es amoral y violador de derechos. Es amoral ,por que se vale de la violencia, el miedo, el terror , escondiendo ,a veces solapadamente y otras abiertamente, sus ansias de poder ,de intimidación , de exclusión y también de exterminio de todos los que son objeto, sujetos del ODIO . Es amoral también por que convoca, en muchas ocasiones, a formar parte de los Grupos de ODIO, a niños y jóvenes que están en el proceso de establecer sus identidades y que no siempre tienen las herramientas para discernir las intenciones últimas y veraces que conllevan los grupos de ODIO. El ODIO es violador de derechos no solo por su intolerancia y discriminación sino porque normativamente contraviene los más básicos instrumentos de derechos humanos que la comunidad internacional ha formulado para conservar la paz, la convivencia y la humanidad entre las personas.

La educación en derechos ,sin duda que entrega los conocimientos normativos ,las actitudes y valores para que los y las estudiantes se capaciten, desde edades tempranas, para lidiar, censurar y no aceptar las manifestaciones de ODIO declaradas y encubiertas, estar vigilantes e inclusive denunciar cualquier grupo que declare como baluarte y ideología el ODIO, Pero además, la educación en derechos humanos debiera en el proceso educativo tratar, sin tapujos y evasivas ,es decir, de manera frontal y directa , el tema del ODIO como atentadora y violadora de los derechos humanos. En otras palabras, la educación en derechos humanos ,como parte integral de su cometido y su quehacer educativo, tiene que elaborar una pedagogía “anti-odio” que consulte el análisis y los debates de artículos, fotos, películas , boletines, panfletos, material de reclutamiento o folletos de organizaciones que suscitan el ODIO , el estudio de casos y situaciones -que desafortunadamente las hay muchas- que promueven una ideología basada en el ODIO, con el propósito de comprender sus orígenes, motivaciones y ,por sobre todo, estudiar sus nefastas consecuencias como las que hemos visto con horror en el caso noruego .

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN POS DE LA JUSTICIA SOCIAL EN EDUCACIÓN

Creemos no equivocarnos al señalar que subyacente a las movilizaciones estudiantiles, apoyadas por gran parte de la ciudadanía , hay una exigencia ,por un lado, por Justicia Social en Educación y, por el otro, por la imperiosa necesidad de considerar a la educación como un Derecho.
Los estudiante han tomado plena conciencia que la educación es injusta en la distribución tanto los recursos económicos como simbólicos. Demandan, por consiguiente, que la sociedad asigne mayores recursos a la educación pública y provea una educación de calidad para todos.
Pero la pretensión por Justicia no se agota en la redistribución justa. sino que también hay interpelación por una justicia del Reconocimiento de la diversidad social y cultural que caracteriza a la sociedad chilena y que debiera estar presente, por sobre todo, en la educación, para así desinstalar la fragmentación y la segmentación que esta experimenta de manera alarmante e injusta .
El Movimiento estudiantil denuncia implícita y explícitamente esta falta de Reconocimiento que se expresa no sólo en la tendencia histórica hacia una educación homogenizante, sino que además se manifiesta en la tendencia actual de no- reconocer el Movimiento como una expresión socio-cultural –política .Hay una marcada propensión a difamar, menospreciar, estereotipar y aún amenazar al propio Movimiento por salirse de los cánones tradicionales de hacer política; sin lograr comprender que este movimiento esta enraizado en patrones sociales y culturales de representación, interpretación y canales de comunicación muy propios y cambiantes ,para denunciar las injusticias que están transversalmente presentes en la sociedad y que se reproducen en el sistema educativo .
El Movimiento estudiantil esta reivindicando tácitamente un tipo adicional de justicia : la Justicia por la Representación. Esta demanda no se hace sólo a través de la construcción de un discurso político, sino que ,por sobre todo, mediante una acción política, una práctica política , una convocatoria y una salida a las calles ,una marcha multitudinaria. Hay una exigencia implícita y explicita por una participación plena como pares, por quedar incluidos en las decisiones públicas que atañen a la educación. Hay un desencanto respecto a la representación electoraria –los jóvenes no se inscriben en los registros electorales- que se desacredita cada vez más con la designación arbitraria, elitista e inconsulta en la designación de autoridades y legisladores. La injusticia de representación se expresa en una latente decepción por la política de los consensos en materia de educación ,donde las cúpulas partidarias toman medidas a espalda de los estudiantes , los profesores, los padres y todos los actores involucrados directamente e indirectamente con la educación.
Ahora bien, los requerimientos de una justicia de redistribución ,de reconocimiento y de representación se vinculan directamente con el Derecho a la Educación. El Movimiento estudiantil esta exhortando el derecho a la educación y, como todo derecho, es exigible. Pero como derecho y no como un “bien de consumo”, no como una dádiva, no como un gasto ,sino como una inversión en la construcción de un Proyecto Ciudadano al que deben sumarse y estar ellos y ellas representados.
El derecho a la educación no se agota en el derecho que le asiste a todos y todas a incorporarse al sistema educativo, sino que hay un derecho a recibir una educación de calidad entendida ésta en su expresión comprehensiva que no se centra exclusivamente en el desarrollo cognitivo (Simce;PSEU; Pisa; Timss etc. ) sino que abarca igualmente el desarrollo actitudinal, valórico y ciudadano. Hay por parte de la mayoría de los estudiantes que participan de este Movimiento un rechazo , y por qué no decirlo, un repudio por ser enrostrados y denostados de manera permanente y sin tregua por sus “fracasos”
Los estudiantes saben o bien intuyen que el derecho a la educación , comporta una redistribución de recursos materiales y simbólicos de manera equitativa, que propenda a hacer de la igualdad de oportunidades una demanda de justicia. El derecho a la educación conlleva como condición de justicia el reconocimiento de la diversidad cultural y social que convive en una institución educativa democrática y pluralista . Este es un desafío que el derecho a la educación no puede eludir y que exige una educación inclusiva en donde nadie queda marginado por su origen, por su cultura, por su capacidad ,por su orientación sexual, por su pertenecía a una étnia, por su clase social etc.
El derecho a la educación en su expresión de justicia representativa ,esta presente y seguirá estando presente toda vez que los estudiantes se van empoderando y comprendiendo que la participación es un derecho que hay que acrecentar, desarrollar y estimular .
Entendido el Movimiento Estudiantil como una demanda por justicia social en educación , pensamos que el nuevo Ministro de Educación que viene precisamente del Ministerio de Justicia tendrá una mirada distinta de abordar el tema que nos convoca

Abraham Magendzo
Patricio Donoso
Universidad Academia de Humanismo Cristiano